Hoy, buscamos la cuna de la civilización, La Facultad de Ingeniería de la Universidad
de Houston y el Departamento de Estudios Hispanos presentan esta serie sobre las máquinas
que mueven nuestra civilización y las personas cuyo ingenio las creó
Me llamó la atención la foto de una delgada y bronceada mujer,
de 78 años, en la revista Science. Es Joan Oates, la encargada de las excavaciones
arqueológicas de Tell Brak, en Siria. Tell Brak es una de las excavaciones arqueológicas
que corren de este a oeste, cerca de la frontera de Turquía con Siria e Irak. Oates ha estado
excavando en esta región desde la década de 1950. El escritor Andrew Lawler cuenta cómo ella
conoció aquí a su ahora fallecido marido David Oates, así como al arqueólogo Jax Mallowan y
su esposa Agatha Christie.
Es un axioma de la arqueología que la civilización tuvo su origen en Mesopotamia: ese
triángulo fértil que incluye Bagdad y la región próxima al sur. Esa región mostraba ya hace
casi 5.500 años un alto nivel de organización urbana. Aun así, aquellos sitios en las faldas
de las montañas de Turquía occidental son aún más antiguos, y se encuentran a unos 300 km al
noroeste de Bagdad.
De ellos, Tel Brak es el más grande. Fundado hace 12.000 años, es allí donde Joan Oates y
otros siguen encontrando estrato sobre estrato de construcciones primitiva. La excavación revela
un desarrollo urbano complejo y una construcción monumental de más de 6.000 años de antig�edad.
Rodeando el Tell, o sea, la colina central, hay lo que un arqueólogo llama un “espacio de dispersión
urbana” de 115 sitios en un área de 30 km a la redonda.
A 80 km al este de Tell Brak queda el sitio Hamoukar, con las ruinas de una ciudad de casi 6.000
años de antigüedad. Allí se han encontrado muchas reliquias de obsidiana y grandes ánforas, lo que
sugiere la posibilidad de que haya sido un centro de comercio.
Esas ciudades del norte parecen haber alcanzado su auge cuando las ciudades como Babilonia y
Uruk se estaban formando en la Creciente Fértil. Y aquí comienza lo interesante. Esparcidos entre
las ruinas de Hamoukar se han encontrado más de mil proyectiles de barro, junto a otros cien del tamaño
de pelotas de béisbol. También hay evidencias de extensos daños causados por incendios.
Esta y otras evidencias sugieren que hubo un ataque desde el sur al estilo del ejercito Panzer.
Más y más arqueólogos creen que estas ciudades cercanas al sur dominaron el “viejo mundo del norte”, y
que las atacaron con hondas y antorchas.
Una teoría es que las nuevas tecnologías de la marina mercante y el comercio les dieron a las ciudades
en las riberas de los ríos Tigris y Eufrates una ventaja que antes no habían tenido. Las ciudades de esa
llanura, con sus muchos canales, comenzaron a proliferar como resultado del comercio. La evidencia sugiere
que las entonces grandes ciudades del norte se hubieran convertido en puestos fronterizos conquistados.
Es posible, pero antes de que esta serie termine, el asunto se habrá resuelto de alguna manera. Mientras
tanto, miro la foto de Joan Oates a los 78 años. Ella está contemplando una civilización que floreció hace
apenas 78 vidas suyas, calcule usted. Visto así, todo parece tan reciente. ¿Será por eso que, 78 vidas más
tarde, aún consideramos necesario realizar cambios con nuestros propios proyectiles y antorchas? La civilización
sigue siendo aún muy joven.
Les habló Aymará Boggiano y en otro episodio de las invenciones de nuestra inventiva de John Lienhard, desde
la Universidad de Houston, donde nos interesa el proceso de la mente inventiva.
(Tema musical)
A. Lawler, North Versus South, Mesopotamian Style. Science, Vol. 312, 9 June, 2006. pp. 1458-1463.
The Engines of Our Ingenuity is
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