Hoy, en busca de la ingeniería común. La Facultad de Ingeniería de la Universidad de
Houston y el Departamento de Estudios Hispánicos presentan esta serie sobre las máquinas
que mueven nuestra civilización, y las personas cuyo ingenio las creó.
Persiste una tendencia a explicar la ingeniería hablando del puente de
Brooklyn o del cohete Saturno. Bueno hay cantidad de grandes obras de qué hablar, pero éstos no
revelan por si solos la grandeza de la ingeniería del día a día. El último ejemplar de la revista
Mechanical Engineering ofrece un panorama mucho mejor.
Pero pasemos las páginas: Primero, escuchamos las exageraciones y el �bombo� publicitario
sobre la maquina IT —el vehículo de dos ruedas que hace que uno parezca estar manejando una
cortadora de césped manual. Un artículo describe los chips de una computadora que hacen la
aparentemente imposible tarea de mantener al conductor en equilibrio. Resulta que los sensores
que informa a esos chips, funcionan de manera muy similar a nuestro oído interno.
Dos artículos científicos tratan sobre automóviles propulsados por hidrógeno. El tono difiere
mucho al de la prensa común. Estos artículos dan por sentado que ya estamos interesados en el
hidrógeno como fuente de energía limpia. Pero lo realmente interesante aquí es cómo se almacena el
hidrógeno en el auto. Uno de los artículos muestra cómo a partir del borohidruro de sodio1 se podría
liberar hidrógeno para el motor. El otro describe un pequeño tanque para almacenar hidrógeno
a–quinientas–libras–por–pulgada cuadrada de presión. Los ingenieros han
desarrollado esta fantástica y robusta nave con un armazón de fibra de carbono.
Leemos: Un nuevo software para diseño combina el análisis de tensión con diseño del plano. Es
utilizado para diseñar las pinzas especializadas de una herramienta de agarre de una grúa forestal.
Una gran máquina dobla láminas de metal en la manera preseleccionada. Se pueden programar una nueva
fresadora para producir diferentes partes con tan sólo pulsar un botón.
Regreso al último artículo y veo algo que me saluda cada noche cuando regreso de la universidad
camino a casa. Es el nuevo estadio Reliant erigido justo al lado del famoso Astrodome.
El Astrodome fue por un tiempo La octava maravilla del mundo, pero ahora el nuevo estadio lo
hace ver más pequeño.
Con su gigantesco techo móvil el estadio Reliant plantea toda una serie de problemas de
diseño que deben ser tratados individualmente. Por ejemplo, nos preguntamos ¿Qué daños pueden causar
un rayo al impactar los rodillos que mueven el techo? Pruebas especiales demuestran que ni siquiera
un rayo de 20.000 amperios puede dañarlo.
Y así, los ingenieros van trabajando parte por parte. Ciudadanos y políticos discuten sobre el
hidrógeno como fuente de energía, pero el debate no tiene ningún sentido si no hay formas para
manipular el hidrógeno. Hay toda una polémica en torno a nuestro nuevo estadio de fútbol, pero éste
está siendo construido y nadie quiere que el techo se quede trabado cuando le caiga el primer rayo.
Mientras debatimos la necesidad de recolectar madera frente a la necesidad de proteger nuestros
bosques, los ingenieros desarrollan los medios para ir recogiendo cada tronco cortado.
Parece que existe un abismo entre el ruedo de la retórica y el mundo de la resolución de los
problemas prácticos, pero en realidad no es así, estos artículos cargados de un discreto —aunque
creciente— entusiasmo, nos llevan al lugar donde cada una de las grandes obras y las difíciles
decisiones realmente quedan resueltas.
Les habló Aymará Boggiano en otro episodio de Las invenciones de la inventiva, de John Lienhard
en la Universidad de Houston, donde nos interesa el proceso de la mente inventiva.
(Tema musical)
am
Mechanical Engineering. Vol.124, No. 2,
Febrero, 2002.
1Borohidruro de sodio
Para ingeniería en general véase la página web de Wikipedia en español:
Enlace
Para ingeniería mecánica:
Enlace
(Fotografía de John Lienhard,16 de Febrero, 2002)
The Engines of Our Ingenuity is
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