No. 1204:
EL BARON VON HUMBOLDT
de John H. Lienhard
Traducción: Aymará Boggiano, Editado por Julián Olivares
Hoy, un héroe casi olvidado. La Facultad de Ingeniería de la Universidad de
Houston presenta esta serie sobre las máquinas que mueven nuestra civilización,
y las personas cuyo ingenio las creó.
El otro día, por sacar una cantidad de libros de la biblioteca,
llegué tarde a cenar. Es que ninguno de ellos se había usado desde 1960, y el
bibliotecario se demoró en pegarle los códigos de barra a cada uno.
Estos libros eran todos del Barón Alexander von Humboldt, y eran sólo una fracción
de su producción. El naturalista von Humboldt, nacido en Alemania en 1769, fue uno
de los científicos más conocidos de sus tiempos. Hoy día, sus obras languidecen, sin
lectores, en los estantes de las bibliotecas.
Von Humboldt comenzó a escribir cuando tenía 21 años y tenía 60 cuando exploró los
lejanos confines de Siberia. Pero su gran viaje comenzó a los 30 años. El y un botanista
francés llamado Bompland emprendieron la exploración de Meso-América. La primera etapa
de ese viaje comenzó en Venezuela donde exploraron el río Orinoco y mostraron que se
conectaba a través del río Negro con el Amazonas. En pequeñas canoas a remo, recorrieron
6400 millas a través de sofocantes pantanos y selvas infestadas de mosquitos.
Después de organizar sus apuntes y espécimenes en Cuba, subieron por el río Magdalena
de Colombia y a pie cruzaron Los Andes hasta llegar a Lima. Luego, escalaron hasta
encontrarse a menos de 1400 pies de la cumbre del Chimborazo, la montaña más alta
conocida hasta entonces –de 21.500 pies de altura. Durante 36 años Humboldt y Bompland
fueron los únicos que habían subido a tal altura por encima del nivel del mar. Los
tripulantes franceses de los globos aerostáticos no alcanzaban a llegar a semejante
altura porque no soportaban la falta de oxígeno
Desde 1799 a 1804 trazaron los mapas de México, Centroamérica y gran parte de Suramérica.
En los años siguientes recopilaron suficiente material para llenar decenas de libros,
y sus mapas no fueron superados por muchos años. Cuando Humboldt señaló que la corriente
del océano Pacífico fluye hacía el norte por la costa de Perú, llegó a conocerse como
la Corriente de Humboldt aún cuando él se negó a recibir crédito por ello.
En el viaje de vuelta a su patria, Humboldt hizo escala en Washington, DC para visitar
un alma afín: el Presidente Thomas Jefferson. Jefferson aprovechó su estadía de varias
semanas averiguando minuciosamente sus descubrimientos. Un año antes Jefferson había hecho
la compra del vasto Territorio de Louisiana y justo a la llegada de Humboldt, acababa de
enviar a Lewis y Clark a explorarlalo. Pero ese viaje fue modesto en comparación con la
odisea de Humboldt y Bompland
De regreso a Europa, Humboldt se estableció como científico portavoz, del aprovechamiento
humanitario del Nuevo Mundo. Le dijo a Europa que sus “infelices esclavos” eran muy
“capaces de convertirse en agricultores y dueños de tierras”. En una serie de cinco volúmenes,
Kosmos, trató de generar la unificación de las ciencias. Pero al final no articuló teoría
sobre la Evolución o la Relatividad. Su verdadero ingenio radicaba en su extraordinaria
capacidad de observar una tierra extraña y comprender lo que la hacía funcionar.
Hoy el nombre de von Humboldt lo lleva un río en Nevada, ciudades en Nebraska, Saskatchewan,
Tennessee –hasta elementos geográficos en todas las Americas llevan su nombre. Así que
todavía pronunciamos su nombre aún cuando nos olvidamos de la persona que abrió el Nuevo
Mundo para nosotros.
Esta es Aymará Boggiano en otro episodio de Las invenciones de nuestra inventiva,
de John Lienhard de la Universidad de Houston, donde nos interesa el proceso de nuestra
fecunda inventiva.
(Theme music)
McCullough, D., Brave Companions: Portraits in History. New York: Touchstone, 1992, Chapter One.
Mientras que Mc Cullogh da una excelente introducción al Barón Alexander von Humboldt y un
excelente indicio de su rol en las ciencias naturales a comienzos del siglo XIX, es una corta
introducción. La mayoría de las enciclopedias dan amplia cobertura a von Humboldt. Luego también
la búsqueda por catálogo en su biblioteca, como la mía, le dará muchos resultados bajo ese
nombre en el índice de autores.
Varios sitios proveen material adicional sobre von Humboldt:
http://es.wikipedia.org/wiki/Alexander_von_Humboldt
http://www.hkw.de/en/ressourcen/themenraeume/humboldt.php Inglés
http://zope.hu-berlin.de/ueberblick-en/history/index_html?set_language=en&cl=en inglés

19th century grabado courtesia de Special Collections, UH Library
Baron Alexander von Humboldt

Imagen del joven von Humboldt
The Engines of Our Ingenuity is
Copyright © 1988-2006 by John H.
Lienhard.