Traducción de Aymará Boggiano
Audio 1071 en español
Episodio 1071 en inglés
Hoy, un joven maestro de bilogía entrega un balde de huevos de tortuga. La
Facultad de Ingeniería de la Universidad de Houston y el Departamento
de Estudios Hispánicos presentan esta serie sobre las máquinas que
mueven nuestra civilización y las personas cuyo ingenio las creó.
Recientemente
mi hijo me recogió un volumen de artículos del Atlantic Monthly de
1916. Uno de ellos cuenta como el autor, Dallas Sharp, hizo su propio
descubrimiento en un viejo libro que se encontró en un estante
polvoriento, era Historia Natural de Loius Agassiz terminada en 1862.
Este tratado monumental se abre con agradecimientos para individuos
que ayudaron a Agassizz: el Reverendo Zadok Thompson hijo de Burlington,
Mr. J Jenks de Middleboro y sí ¡Henry David Thoureau! Aquí Thoureau
es solo un nombre en una larga lista de quienes tan profusamente exploraron
bosques en busca de huevos para suplir a Agassiz con tortugas.
A Sharp le intriga aquello y
dice: “Si cada ser humano es un libro potencial”, “ �No es por lo
tanto increíble que haya tan pocos libros sobre hombres? y sean tan tontos?”
Las tortugas de Agassiz están bien, pero que historias se esconden tras
estos agradecimientos.
Sharp conoce una de ellas,
porque Mr. J. Jenks de Middleboro fue su maestro de bilogía. Jenks le
contó a Sharp de como él recogió huevos para Agassiz.
Un día, Agassiz entró en la academia donde enseñaba Jenks, y anunció con
voz imperial “Necesito huevos de tortuga en las tres primeras horas de
su nacimiento”, Harvard estaba a 40 millas de distancia pero si el
joven Jenks podía cumplir con la majestuosa exigencia, sería para él
una insignia de triunfo.
Y así, se fue a un estanque en
el bosque. Acechó a las tortugas durante un mes hasta que un día
temprano en la neblina de la aurora una gran tortuga preñada avanzó
torpemente por la orilla arenosa y puso huevos. Jenks los empacó
con arena en un balde, montó su caballo y como un tardío Paul Revere se
dirigió a la estación del tren.
!Pero espera! ¡Es domingo! Hoy no hay tren. Dio vuelta entonces al caballo y se dirigió a
Boston. En la mitad del camino, ya perdía tiempo, pero vio un tren.
Plantó su caballo en medio de la vía y forzó la máquina a detenerse.
“Huevos para Agassiz” gritó y el conductor le dejó subirse, luego
perdían más tiempo en el cambio de vía. Por lo que finalmente saltó
del tren andando y de un grito detuvo una carroza-taxi, montó y el l
conductor arrancó al galope. Por fin Jenks llegó y golpeó la puerta de
la casa de Agassiz, pero la criada no lo dejaba entrar, hasta que
apareció en lo alto de la escalera Agassiz en ropa de dormir diciendo:
“Déjalo entrar, el trae mis huevos de tortuga”
“Entonces llegaste a tiempo,” preguntó Sharp, “al minuto” dijo Jenks. “y allí [en
el estante] está mi copia del gran libro [de Agassiz], continua Sharp.
Así que me fui yo al rincón polvoriento de mi biblioteca a buscar el “gran
libro” y allí estaba. Agradecimientos a Thoreau y a Jenks seguido por
la poderosa prosa de Agassiz, y al final, también encontré magnificas
ilustraciones de tortugas adultas, embriones de tortugas y cortes de
huevos de tortugas.
Agassiz era un obstinado, un racista y se equivocó en tantas cosas, pero aún así fue el mejor
profesor que jamás existió, y a lo mejor hasta ahora vemos como con
media Nueva Inglaterra colaborando con su trabajo ¡todo no podía ser un
fracaso!
Les habló Aymará Boggiano de la Universidad de Houston donde nos interesa el funcionamiento de
nuestra fecunda inventiva.
(Tema Musical)
Sharp, D.L., Turtle Eggs for Agassiz. Atlantic Classics,
First Series. Boston: The Atlantic Monthly Press, 1916, pp. 23-44.
(Mi agradecimiento a Andrew Lienhard por desenterrar esta vieja fuente.)
Agassiz, L., Contributions to the Natural History of the United
States of America, four volumes. Boston: Little, Brown and Co.,
1857-1862.

Image courtesy of Special Collections, UH
Library
Crías de Tortugas emergirndo de lo huevos de Jenk: tomado del libro de Agassiz
Contributions to the Natural History of the United States of America, 1857-1862
The Engines of Our Ingenuity is
Copyright © 1988-2008 by John H.
Lienhard.